La patata

La patata es ese tubérculo de color variable que me hace recordar aquellos buenos días en los que mi abuela hacía una tortilla de patata del tamaño de su corazón, que no era precisamente pequeño, haciéndome recordar a la vez esos días en los que no me gustaba el pescado, pero mi  madre, inteligente, lo arregló rápidamente poniéndole patatas al horno, y, como ellas, mi padre llenó estos recuerdos con más patatas, en este caso fritas, y junto a los mejillones en escabeche que siempre comíamos los domingos.

¡Ay de mí! ¡El imperio de la patata ha sembrado en mi corazón una profunda devoción por ellas! Casi tanta devoción, y tan profunda, como las raíces que estas echan en la tierra, en este caso mi corazón, llegando a denominar a este mismo, la Patata, que se hace fácilmente puré por cosas como un buen libro, música, o un poco de té.

Y es que, todo puede ser un asunto "patatoso" si se puede leer un poco entre líneas. ¿Quién no ha oído alguna vez que algo es una patata? PUes bien, esto se puede aplicar a la política, a los amigos o simplemente a la vida diaria, sólo hay que "empatatarse" un poco.


Miriam Ruiz

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