Estoy caminando con mis amigos
por un callejón que solemos tomar para atajar y llegar antes a ese bar que
tanto nos gusta. Yo me adelanto con dos
amigas porque el resto van muy despacio.
Seguimos andando mientras nos contamos los últimos cotilleos de los que
nos hemos enterado. Nos gusta demasiado
cotillear. Cuando me doy cuenta me he
abstraído de la conversación que sigue
teniendo lugar entre mis dos compañeras.
Cuando nos damos la vuelta nuestros amigos no están, y deducimos que se
han ido a buscar a Pedro, el único que faltaba y que vive aquí al lado, así que
seguimos nuestro camino. Yo vuelvo a mi
mundo y mis amigas siguen hablando. Me
da la sensación de que el callejón es más estrecho que de costumbre. No lo recordaba así, aunque supongo que será
impresión mía, ya que mis amigas no dicen nada al respecto. Cuando dejo mi mundo imaginario y vuelvo a la
realidad giro la cabeza para mirar a mis amigas e incorporarme a la
conversación de nuevo. Ahí es cuando me
doy cuenta de que no están. Se han esfumado
de repente. Sigo caminando. Me doy la vuelta pero solo veo
oscuridad. Vuelvo a girarme hacia
delante. También está todo negro. No hay nadie.
El callejón se está estrechando.
Todo está cubierto de una oscuridad densa, pesada. Me cuesta respirar. Las paredes están cada vez más juntas. Me pongo de lado para poder seguir
avanzando. Doy un mal paso, me tropiezo
y caigo. No me doy contra el suelo, sino
que caigo y caigo. Sigo sin ver
nada. Hasta que choco contra el suelo
con un ruido seco.
"-A´s"
"-A´s"
Comentarios
Publicar un comentario