Poema

Las puertas se cierran, cada vez más... 
asfixiándome, y dejándome sin respirar.

Cierro mis ojos suplicando por piedad, 
pero no hay nada a lo que me pueda sujetar.

Suplico y lloro, pero el llanto me asusta, 
Y mi sombra, normalmente adusta
empieza a reír.

Son mis pensamientos los que me martilizan,
Son ellos los que más me atemorizan.

Pierdo el control en mi cuerpo,
anhelando un anhelo.
Haciendo un acuerdo,
para pedir un recuerdo


Perdiendo la cabeza.
Traspasando la línea.

Con esto digo que mis miedos me atemorizan.


Lerian

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