Un soplo gélido


Un soplo gélido recorre mi espalda, la fiebre me hace emanar un sudor frío, congelándome, inmóvil en la cama sin poder hacer nada. Cada vez tengo más frío, intento acercar la manta que se encuentra a mis pies, pero no la alcanzo. Escucho un sonido fuerte que viene del techo, como si los vecinos hubiesen vuelto a discutir. Intento dormir, pero creo que la discusión no parece haber acabado bien para ninguno. Creo que he conseguido echar una cabezada, ya no les escucho. Intento abrir los ojos, pero ya no puedo. Un soplo gélido recorre la habitación.




E.C.

Comentarios