Traté de alcanzarla, pero por
cada paso que daba ella avanzaba dos.
Siempre me llevó ventaja, así
que no me quedó otra que intentar correr en otra dirección.
Traté de alejarme, pero era como
si me arrastrase con una cuerda mientras huía de mí sin darse cuenta.
Traté de marcharme, pero no fui
capaz.
Nunca volví aun si nunca me fui.
A, s
Comentarios
Publicar un comentario