Dicen que querer, quererte,
quererte no te quería,
por eso pasando el puente,
me asomé, si te veía.
Sujetándome bien fuerte
a la fría barandilla,
oía la voz de la fuente,
en tu calle ya vacía.
Al fondo de mi reflejo
donde no te reconozco,
al horizonte un espejo
y en el suelo son mis ojos.
Como fui volví a mi casa,
igual que hice anteayer.
Mañana será mañana
y hoy ya he visto anochecer.
Si me despierto yo triste,
solo mi cabeza dirá.
Volveré a escupir al puente
la pena que nunca vendrá.
Leeré solo aquel libro,
esa tristeza me hará,
esperando que la muerte
no pueda verme ganar.
De las coplas que yo oía,
levantar y suspirar,
dejaré partir la parca,
que otro amanecer vendrá....
Ernesto Jartillo
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